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Los municipios oficialistas se encolumnarán detrás del Poder Ejecutivo provincial y si bien nadie quiere hacer pública la propuesta, no será mayor a la inflación proyectada. El dato se desprendió de la reunión que mantuvieron los caciques oficialistas el último viernes en Casa de Gobierno.

Otro dato relevante es que se descartaría la cláusula gatillo que nunca estuvo en el paupérrimo sueldo municipal. En las comunas con bonos extras se modificaría la cifra en el orden de un 30 porciento también. Si está claro que además de perder poder adquisitivo respecto del 2019, también 2020 será igual. Sueldos que no superan ni de lejos los 10.000 pesos en sus clases más bajas, el gremio municipal es el más relegado de toda la administración pública.

Si bien el motivo del cónclave fue solucionar el conflicto por los residuos luego de que el jefe comunal de Las Heras, Daniel Orozco, impidiera el ingreso a los camiones que venían de tierras oficialistas del Gran Mendoza, hubo otra reunión.

Tadeo García Zalazar (Godoy Cruz), Ulpiano Suárez (Capital), Marcelino Iglesias (Guaymallén), Sebastián Bragagnolo (Luján de Cuyo) y Orozco, llegaron al cuarto piso con un temario definido: ponerse todos de acuerdo en lo que van a ofrecer a sus empleados, algo que no habían hecho años anteriores.

Algunos intendentes consultados aseguraron que la incertidumbre en torno a la pauta de gastos local, y a la nacional, no les permite tener referencias claras en cuanto a los números. Sin embargo, muchos de ellos ya cuentan con Presupuesto comunal.

De caerse el endeudamiento para el plan de obras que Rodolfo Suárez ha pedido autorización a la Legislatura (necesita los votos peronistas y todo indica que no los tendrá), “habrá que hacer ajustes en otras áreas”, dijeron desde una de las comunas. Y como lo que se sabe por estas horas es que el aval es casi imposible de conseguir, los intendentes deberán afinar el lápiz y “no prometer cosas que no se puedan pagar”, según reconoció un intendente, aclarando que “a ningún municipio le sobra, ni siquiera a los que han estado mejor”.

El número fino en las municipalidades locales aún está en evaluación y tomará forma en los próximos días, luego de que se oficialice la oferta del Gobierno provincial a los gremios estatales. Será después de la Vendimia e iría a tono con la inflación prevista en el presupuesto local, que es del 34%.

Los intendentes quieren un acuerdo con “cascada descendente” que favorezca a los sueldos básicos más bajos, contrario a lo que sucedió con las últimas cláusulas gatillo, donde los aumentos anuales impactaron más en los salarios más altos, al tratarse de un porcentaje fijo para toda la planta.

El reclamo gremial
Quien se movió con rapidez fue la Federación de Sindicatos Municipales de la Provincia de Mendoza que presentó el 4 de febrero, de manera formal, el pedido para abrir la negociación salarial. En el petitorio solicita un 40% de aumento de sueldos, además de contar con una herramienta de indexación como es la cláusula gatillo.

Los municipios consultados por este medio prefirieron la cautela, aunque adelantaron que si el Gobierno provincial -como se espera- no acuerda con cláusula gatillo, ellos seguirán ese mandato. Ante la ansiedad sindical, aseguraron que hasta que no haya referencia local y nacional, aunque tengan aprobado su presupuesto municipal, no saldrán a prometer incrementos impagables.

Fuente: Los Andes