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Tras la disparada del jueves, el dólar mayorista, que es el que usan de referencia los bancos para venderle luego a los ahorristas, arrancaba la jornada cayendo fuerte más de $ 1, a $ 26,92.

En los bancos, el billete verde empezaba a reaccionar: en un banco, por ejemplo, la cotización que el jueves había cerrado a $ 28,19 este viernes ya estaba a $ 27,39. Y en otro de los que se vendía más caro, pasaba de $ 28,5 a $ 28 en el arranque.

El jueves, en el mercado minorista el dólar subió más del 6% y cerró $ 28,42. En el mayorista, quedó en $ 27,98. Así, desde que se levantó la semana pasada el techo que se había fijado en $ 25, el dólar subió casi 12%.

Lo que el martes y miércoles fue un movimiento disruptivo del tipo de cambio, que llevó al BCRA a vender US$ 695 millones un día y US$ 99 millones para evitar una disparada del precio del dólar, el jueves ya no lo fue. Y por eso mismo, el Central no vendió un solo dólar en el mercado de contado ni hizo un solo contrato en el mercado de dólar futuro. Libertad absoluta para el dólar.

Así, con un volumen de operaciones de US$ 300 millones durante toda la rueda -cuando en los últimos días se venían registrando transacciones por un total de US$ 800 millones- , el tipo de cambio dio un salto impactante, impulsado por el agua de la flotación libre.

Aunque no intervino en el mercado cambiario, el BCRA siguió comprando Lebacs. Ayer, absorbió papeles por $ 9.000 millones, con lo que el vencimiento del próximo martes quedó en cerca de $ 514.000 millones.

En el organismo monetario se aferran al hecho de que el poco volumen operado podría considerarse un dato positivo. “Podría ser una señal de que la disparada -overshooting- estaría por tocar techo", arriesgó un operador de cambio.

Fuente: Medios