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Desde sus inicios, hace aproximadamente unos 10 años, la feria del usado en San Martín ha ido en crecimiento constante. Son muchas las personas que concurren todos los Domingos, de 9:30 a 21:30 horario aproximado, para darse cita en un lugar donde puede encontrarse prácticamente de todo. 

Cuando hablamos de un "todo" es literal, en esta feria puede encontrarse desde comidas rápidas y alimentos varios; aceite, conservas, huevos, harina, frutas y verduras, azúcar, fideos y un largo etcétera que tranquilamente puede observarse en las góndolas de cualquier supermercado.

Además se observa la venta diversos artículos, nuevos o usados, entre ellos: cubiertas para automóviles, herramientas, electrodomésticos  varios, puertas y ventas ya sean de madera o aluminio, ropa, calzado,  accesorios para celulares, etc.

Como es de esperarse, la mayoría de los productos ofrecidos son más baratos que los de otros lugares principalmente del centro, aunque, como en toda feria, hay que recorrer y preguntar para si se desea dar con el precio más económico.

Los concurrentes, en el caso de ir en algún vehículo, tienen dos opciones para estacionar, una de ellas es hacerlo de culata a orillas del Carril Norte o elegir estacionar dentro de una de las tantas casas cercanas a la feria que ofrecen sus patios como playa de estacionamiento mediante un cartel. Según relata Vanesa, una vecina del lugar que ofrece su casa para que estacionen, “es conveniente dejar el auto en algunas de las casas que ofrecen estacionamiento, porque suelen robarle a los que estacionan al lado del canal”. Cabe aclarar que en el mercado puede advertirse la presencia de personal policial en los alrededores, así como también seguridad privada dentro del predio.

Luego la mujer agregó en cuanto a la situación que se vive en la actualidad: “aumenta la cantidad de gente que asiste año tras año a la feria y que también comienzan a verse a personas que tienen un buen poder adquisitivo asistiendo a la feria por la actual situación económica del país”.

Jorge, uno de los vendedores que ofrece sus productos en dicho espacio, argumentaba que: “Si bien la situación económica está mala en todos lados, acá la gente puede encontrar mejores precios que en otros lados”. En cuanto a las personas que asisten a la feria, Jorge afirma “Acá viene gente de los barrios cercanos, gente humilde, y personas que por los vehículos se ve que tienen un buen poder adquisitivo”.  En cuanto al clima dentro de la feria, el vendedor cuenta que “En diez años yo nunca tuve ningún problema acá, se puede caminar y mirar sin preocupaciones porque no hay problemas de ningún tipo, es un lugar muy tranquilo”.

Por Redacción