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La información proviene de la sección de Fertilidad del Hospital Central y corresponde a los tratamientos de baja complejidad, médicamente asistida por el Programa Provincial de Salud Sexual y Reproductiva de la Provincia.

La Provincia avanza en tratamientos de fertilización en el sistema público, en concordancia con la Ley 26862. La normativa establece que toda persona mayor de edad, cualquiera sea su orientación sexual o estado civil, tenga obra social, prepaga o se atienda en el sistema público de salud, puede acceder de forma gratuita a las técnicas y procedimientos realizados con asistencia médica para lograr el embarazo.

Hace 40 años nacía, el 25 de julio de 1978, el primer bebé de probeta, en el hospital de Oldham, Inglaterra. La beba inglesa fue concebida luego de que la fecundación del óvulo y el espermatozoide pudiera hacerse fuera del vientre materno y, una vez fecundado, fue colocado en el útero de la madre. Cuarenta años después de esta primera fertilización, se estima que al menos unos 8 millones de bebés nacieron en el mundo mediante este método.

En la Argentina, los primeros nacidos por fertilización en vitro fueron Eliana y Pablo Delaporte. El primer tratamiento fue realizado en 1985 y el nacimiento de los bebés tuvo lugar el 7 de febrero de 1986.

En tanto, en Mendoza desde hace un año funciona una sección de Fertilización Asistida en el Hospital Central, con un equipo interdisciplinario de profesionales. Hasta la fecha los tratamientos realizados en el servicio han posibilitado el nacimiento de cuatro bebés.

Al respecto, uno de los ginecólogos especializados en el tema, que forma parte del equipo de expertos que trabaja en el Hospital Central, Fernando Manzur, destacó: “Desde hace un año venimos trabajando de manera integrada un grupo de especialistas en el Servicio de Ginecología del Central. Se realizan tratamientos de baja complejidad, como estimulación de la ovulación y relaciones programadas e inseminación intrauterina. Esto ha posibilitado el nacimiento de cuatro bebes dentro del hospital”.

“El servicio recibe alrededor de 50 pacientes por mes, que son derivados de un centro de salud, o simplemente llegan tras la solicitud de un turno en el Servicio de Ginecología del hospital. Actualmente no tenemos lista de espera en pacientes para recibir, realizar los estudios y el  tratamiento requerido, ya que contamos con un equipo interdisciplinario conformado y con los insumos necesarios”, expresó Manzur.

En el caso de ser necesario tratamientos de mayor complejidad, siempre y cuando se cumpla con todos los requisitos, se articula desde el área de Desarrollo Social la cobertura para mujeres sin obra social para que puedan concurrir al centro de alta complejidad del Instituto Universitario de Medicina Reproductiva en Córdoba. Al respecto, el ginecólogo explicó: “Esto ya se comenzó a implementar. Hace dos meses se derivó a una mujer, que fue muy bien recibida y tratada en Córdoba. Si bien no se logró el embarazo, se pudo concretar la derivación y el tratamiento”.

El mayor desafío que enfrentan hoy los expertos en medicina reproductiva es dar respuesta a la maternidad cada vez más tardía. Al respecto, el ginecólogo  puntualizó que es importante que la mujer que desee tener hijos se realice un estudio de su reserva ovárica lo antes posible. “Es muy importante que toda mujer menor de 35 años con un año de búsqueda o una mujer de más de 35 con ocho meses de búsqueda consulte a un especialista”, indicó Manzur.

Respecto de las causas más comunes de infertilidad, el profesional informó que  “existen muchas causas posibles. Consultar a un médico que se especialice en infertilidad puede ayudar a detectar qué es lo que causa los problemas y a encontrar el mejor tratamiento”.

Entre las causas más comunes se enumeran, en el caso de las mujeres: edad, falta de ovulación, trompas de falopio bloqueadas, óvulos de mala calidad, endometriosis, fibromas uterinos. En el caso de los hombres, varicocele, bajo recuento de espermatozoides, baja movilidad de los espermatozoides, semen espeso o ausencia de espermatozoides, entre otros.

Área de Fertilización Asistida en el Central

El equipo interdisciplinario de profesionales que trabaja en el Central está integrado por dos ginecólogos especializados, Emilio Gassibe y Fernando Manzur; una endocrinóloga, Soledad Sabina; un psicólogo y sexólogo, Germán Morassutti; un andrólogo y urólogo, Gabriel Costanzo; una genetista, Yésica Ramírez, y una laboratorista, Verónica Di Francesco.

Los pacientes solicitan un turno en el área de Ginecología y Fertilidad del Central, donde se realiza una evaluación integral de la pareja y se la deriva a los especialistas que lo requieran.

El tratamiento de fertilidad que se utiliza es de baja complejidad. Además, se realiza inseminación intrauterina de semen para facilitar el embarazo cuando la situación lo requiere.

La Ley de Fertilización Asistida contempla

En la Argentina, las técnicas de fecundación se ponen en práctica desde hace varias décadas, aunque recién en 2013 se sancionó la Ley de Fertilización Asistida.

La Ley 26862 establece que toda persona mayor de edad, cualquiera sea su orientación sexual o estado civil, tenga obra social, prepaga o se atienda en el sistema público de salud, puede acceder de forma gratuita a las técnicas y procedimientos realizados con asistencia médica para lograr el embarazo.

Contempla la realización de un máximo de 4 tratamientos de baja complejidad por año y hasta 3 tratamientos de alta complejidad, con intervalos mínimos de 3 meses entre cada uno de ellos.

En su artículo 4 contempla que dentro de las técnicas de reproducción médicamente asistida, dos tipos:

Técnicas de Fertilización Humana Médicamente Asistida de baja complejidad: Se trata de aquellas donde la unión entre óvulo y espermatozoide se realiza dentro de la trompa de Falopio.

Técnicas de Fertilización Humana Médicamente Asistida de alta complejidad: Procedimiento en el que óvulo y espermatozoide son unidos en un laboratorio, y no dentro del cuerpo de la mujer.

Fuente: Prensa Mendoza