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Padres y docentes de esa institución expresan tristemente la desidia y el olvido de las autoridades para evitar el hacinamiento que sufren a diario cientos de estudiantes. Uno de los núcleos educativos con más reputación del Este de Mendoza se encuentra en un colapso edilicio, ya que las obras están casi paralizadas. Los docentes no serán beneficiados con el Item Zona.

“Realmente hay cosas que me enojan”, empieza su mensaje una de las docentes que a diario cumplen con su deber de formar futuros ciudadanos. A esos niños, adolescentes y algunos adultos, ella debe decirle que hay que tener fe, que hay luz al final del túnel, mientras sufren las bajas temperaturas en un edificio a medio construir donde la contaminación auditiva, según los propios alumnos es ensordecedor. “Trabajamos hasta con 32 niños por aula y compartimos el edificio con tres niveles”, explica una de las perjudicadas quien ve como se ha ido precarizando la situación en la Escuela 9-033 Humberto Tolosa del Departamento de Rivadavia.

Antes/después: las obras prácticamente paralizadas, ahora sin materiales de construcción a la vista

Los padres se encuentran realmente molestos porque también algunos pocos desconocidos, empleados temporales, entre otros, realizan pequeños revoques edilicios en horas escolares. Una de las fotos muestra por ejemplo las lozas que cubren la pared erosionadas por la falta de mantenimiento y la fragilidad de los materiales, que en vez de reemplazarse por nuevos, son tapados con una base de concreto como quien realizase un “lifting” facial. Parches a los problemas, en metales que apenas colocados ya ven la oxidación, mientras los alumnos se someten a la peligrosa exposición de los mismos.

“Nos prometieron un edificio nuevo para nuestro centenario y ni siquiera tenemos sanitarios en condiciones, quedaron sin terminar. La obra esta totalmente inconclusa”, comenta una docente del turno primario mientras expresa el dolor de dar clases en esas condiciones. Se puede leer un artículo de mayo 2019 en diario Los Andes que tiene la misma postal que una foto actual de las condiciones que tiene la Escuela Tolosa. Realmente el avance mencionado en ese momento era del 80 porciento, pero lo cierto que el 20 restante quedó estático desde hace más de 90 días a la fecha.

Lozas rotas y remendadas con reboque , aberturas dañadas.

“Los alumnos no reciben merienda caliente”
Así como se lee. La indignación de muchos educadores está puesta en la imposibilidad de dotar a los alumnos de un desayuno o una media tarde caliente debido a que la cocina no funciona. “Los alumnos no tienen donde formar bajo techo. La mayoría no ve el acto de izar o arriar la Bandera Argentina”, asegura otra de las profesoras. Por ejemplo, un dato alarmante es que los alumnos de tercer grado que son 31 en la planilla, por ejemplo, están en un curso donde no entran más de 20 y se sientan a solo pocos centímetros del calefactor. Los padres también reclaman que no tienen accedo directo al transporte público haciéndose imposible mandar a los más pequeños sólos.

El término hacinamiento hace referencia a un estado de cosas que se caracteriza por el amontonamiento o acumulación de individuos o de animales en un mismo lugar, el cual no se halla físicamente preparado para albergarlos.

Docentes de primera y docentes de segunda
“Las únicas dos escuelas de la zona Este con el 0 cero de zona son dos escuelas emblemáticas de Rivadavia: la escuela Bernardino y la Tolosa. La primera va a tener la suerte de que en breve le darán sólo un 30 por ciento ya que al compartir edificio con el B. Franklin que tiene el 30, se lo subirán. Lamentablemente a pocos kilómetros el ítem Zona se va incrementando demostrando que la Escuela Tolosa tiene docentes olvidados. La pauperización laboral y el actual análisis planteado para la redistribución del ítem es ampliamente criticado por los docentes, que, ante posibles reprimendas, viven amenazados y dando su parecer a regañadientes.

Por redacción.