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Ocurrió en Palmira. Una maestra de 23 años tuvo una relación amorosa con un alumno de 14 y fue acusada de estupro. Después de estar un año en la cárcel y otro con prisión domiciliaria, fue absuelta ya que el fiscal de cámara no la acusó porque consideró que la relación fue consentida por el menor y por sus progenitores, a pesar de que estos fueron los que denunciaron a la docente.

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El caso fue juzgado hace unos días en los tribunales de San Martín, en sala unipersonal del juez Armando Martínez, en donde el fiscal de juicio fue el doctor Oscar Sívori y la doctora María Emilia Ibáñez fue la defensora oficial. El relato de los hechos está apoyado en la resolución adoptada y se preservan los nombres y demás datos que puedan identificar a los actores.

Sucedió en 2015, en la ciudad de Palmira y tuvo como protagonistas a los integrantes de familias amigas o al menos conocidas.

Un chico de 13 años, que ya estaba cerca de cumplir 14 y que había ingresado a la secundaria, tenía dificultades con sus estudios y sus padres decidieron que recibiera clases de apoyo.

Para eso decidieron contactar a una docente, de 23 años, que conocían debido a que las familias tenían cierta relación de amistad.

No está claro cómo comenzó todo, pero el caso es que maestro y alumno se sintieron atraídos.

Hay algún testimonio que indica que el menor le contó a uno de sus abuelos lo que estaba sucediendo con su maestra y el hombre le ofreció su casa para que pudieran concretar los encuentros amorosos. Y así fue.

Los estudios se consolidaron al igual que la relación, y ya las familias sabían de ella. Tanto se afianzó la pareja, que la maestra quedó embarazada.

Con esta novedad, los jóvenes decidieron convivir y los padres del menor les hicieron un lugar en su casa.

Docente y alumno tuvieron una bebé saludable y parecía que, salvo comentarios escandalizados de algunos, la relación era como cualquier otra.

El problema fue que, como cualquier otra, la pareja comenzó a tener algunos conflictos, hasta que decidieron separarse y la maestra abandonó la casa de sus suegros. Allí empezó el expediente judicial.

El padre del alumno radicó una denuncia por estupro en contra la docente y casi inmediatamente la mujer fue detenida.

Esa detención llevó a la maestra a la cárcel. Un año estuvo privada de su libertad en la cárcel, hasta que se le concedió el beneficio de la prisión domiciliaria.

Antes o después de esto (para el caso es lo mismo ya que no modifica en nada el hecho ni el expediente) la maestra logró reconstruir su vida amorosa y formó nueva pareja, esta vez con un hombre mayor de edad; nuevamente quedó embarazada, de una nena que ahora tiene 9 meses.

Pero así como la vida siguió fluyendo, el expediente judicial también, ya que la familia del alumno sostuvo la acusación de estupro.

El juicio

La causa llegó a juicio oral la semana pasada, después de un largo proceso en donde intervinieron peritos psicólogos y asistentes sociales, y luego de ordenarse la declaración del menor en cámara Gesell.

Después de un detenido estudio de los informes periciales, de las declaraciones de los testigos tanto en el expediente como en debate, y de completar un cuadro completo del caso, el fiscal de cámara Oscar Sívori decidió retirar la acusación. La defensora oficial María Emilia Ibáñez adhirió a esa postura y el juez Armando Martínez absolvió a la docente.

El fiscal entendió que la docente no vulneró la voluntad del menor. Al contrario, este deseaba la relación. Incluso el abuelo del alumno, amigos y familiares varones de éste lo habían impulsado a concretar los encuentros sexuales con su maestra particular.

También estimó que el cambio de postura del menor, que en una de sus declaraciones dijo que "perdí la adolescencia", y la de su familia no cambian en nada sus posturas originales de aceptación de la relación.

"Hay temas, como este, que se deben resolver de otra forma. No es la Justicia penal la que debe intervenir en ellos", dijo el fiscal Sívori.

Además el fiscal citó a Michel Foucault al decir que "no todo lo normal supone que sea correcto". Por ende, la relación consentida entre maestra y alumno, anormal para algunos, no necesariamente es incorrecta por sí misma.

También pidió "que haya una revisión de las leyes de la sociedad patriarcal, no significa que esta sociedad sea menos machista" y estimó que los adultos hombres impulsaron al menor a concretar la relación con una mujer 9 años mayor que él, como si eso fuera la reafirmación de su condición de hombre y que luego, cuando la relación culminó, cargaron contra la mujer y la comenzaron a criticar objetando su moralidad.

Fuente: UNO