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Una de las redes sociales más utilizada a nivel mundial, fue convertida en un medio para los siniestros casos del Instituto Antonio Próvolo de Luján de Cuyo.

Horacio Corbacho, sacerdote y José Luis Ojeda, administrativo del lugar utilizaban Facebook para crear contacto con sus víctimas y poder así, tener acercamiento.

Es el caso de varios denunciantes con hipoacusia de la causa por abuso sexual y corrupción de menores, que utilizan de manera activa Facebook, al igual que los dos detenidos imputados en el penal Boulogne Sur Mer.

Pero por suerte el uso de la red, por parte ellos, permitió el acceso a evidencias de conversaciones y persecuciones que mantenían  con alumnos. Tanto así, como seguimiento de fotos a las que marcaban con Me gusta y notoriedad de comentarios públicos.

El sacerdote intentó usar a favor su cuenta personal  ante el fiscal que estudia el caso, Gustavo Stroppiana, pero terminó siendo una mala decisión, ya que en los mensajes privados había mantenido relación con una de las principales denunciantes del caso.

También se excusó en que la relación con la menor era paternal, pero tampoco coincidía con lo escrito, ya que el religioso halagaba partes del cuerpo de la joven y aseguraba que lo volvía loco.

Otro caso sumamente indiscreto fue el de Ojeda, el hipoacúsico ex alumno del Instituto, y administrativo del lugar, que era insistente con las jóvenes que sentía atracción, y luego de esto terminaron siendo víctimas.

Tal es el caso de una ex estudiante del Próvolo, que hoy reside en Luján de Cuyo, y que también es una de las denunciantes de la mega-causa.

Los querellantes están abocados a las declaraciones de los afectados y a los allanamientos, pero afirman que más adelante ocuparán las redes sociales como pruebas, ya que los chats de los imputados los complica demasiado.

 

Por Redacción.