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La Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina (CUBRA) denunció la desigualdad manifiesta entre este sector y los demás prestadores del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJyP – PAMI), ante los atrasos existentes en la actualización de los valores de las cápitas contratadas por el organismo y denunciados por la entidad profesional.

María Alejandra Arias, presidenta de CUBRA, explicó al respecto: “solicitamos al PAMI, que proceda a disponer un incremento adecuado de los valores correspondientes a la cápita y a la Unidad Bioquímica, contemplados en los módulos referidos a las prestaciones bioquímicas de acuerdo a los convenios prestacionales que el INSSJyP ha firmado con las entidades integrantes de la CUBRA”.

En Carta Documento dirigida a la titular del PAMI, Luana Volnovich, CUBRA expresó que "recién en el mes de enero de este año, y considerando seguramente la realidad económica imperante y las pautas de inflación previstas originariamente por el Ministerio de Economía al elaborar el Presupuesto del año 2021, el Instituto otorgó (…) un aumento escalonado para nuestro sector bioquímico del veintiocho por ciento (28%) para todo el año 2021”.

“Los incrementos que solicitamos deberían contemplar la diferencia entre lo firmado y la realidad inflacionaria que la Argentina alcanzará este año, un 45 % aumento, tal como vuestro Instituto estableció recientemente para los restantes prestadores del sistema de seguro de salud y dejando afuera nuestro sector”, comentó la Dra. Arias.

En la misma línea, la dirigente bioquímica subrayó que “también debe tenerse en cuenta asimismo, que el 29 de julio pasado se celebró la Paritaria entre la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) y las Cámaras Empresarias de la actividad, donde se acordó un aumento escalonado para los trabajadores del 45%, los que complica más aún la situación de nuestros asociados”

“Otro punto preocupante es la situación de los laboratorios que funcionan dentro de clínicas y sanatorios, cuyas cápitas están incluidas en lo percibido por dichas empresas y no se produce el derrame lógico y justo a los profesionales bioquímicos, lo que convierte el hecho en una suerte de tercerización parásita, utilizándose los recursos para financiar a los laboratorios de clínicas, como variable de ajuste de otros servicios, o como toma de ganancias excesivas”, concluyó la Dra. Arias.

Por redacción