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La empresa alimenticia Vicentín, una de las mayores exportadoras de agroalimentos de la Argentina, confirmó hoy que suspendió los pagos de sus deudas e inició un proceso de reestructuración a partir de una situación de "estrés financiero" que la afecta actualmente.

La firma se había expandido al negocio vitivinícola desde 2016-17 en Mendoza, con la compra de bodega Sottano primero, y Viñas Argentinas, ex Cartellone, después.

"Vicentín S.A.I.C, compañía agroindustrial argentina con 90 años de trayectoria ininterrumpida en el país informa que ha iniciado un proceso de reestructuración de pagos a partir de una situación de estrés financiero que afecta actualmente a la empresa", dijo la firma en un comunicado de prensa sobre su pasivo global, que si bien no trascendió, incluye una deuda superior a $18.700 millones con Banco Nación, además de otras entidades.

Se trata de una de los grupos más importantes de Argentina, con su actividad diversificada en cereales y oleaginosas; desmotadoras, hilandería y tejeduría; biodiésel; jugo concentrado de uva y vinos; feed lot; y acopio y exportación de miel.

Vicentín se había convertido en un jugador de peso en la vitivinicultura, luego de cerrar en marzo de 2017 con con Grupo Cartellone la compra de los activos de Viñas Argentinas S.A, la división vino y mostos que el holding mendocino tenía en Lavalle. Dentro del negocio del jugo de uva también explota Enav, la planta elaboradora ubicada en San Juan.

Fue Gin Cotton S.A, una de las empresas de Familia Vicentín, la responsable de ponerle la firma al contrato que incluyó la ex bodega de Cartellone en Costa de Araujo con capacidad de 110 millones de litros, la fábrica de mosto (20 mil toneladas anuales) y una finca de 1.500 hectáreas.

El grupo santafesino venía de encarar un año antes la adquisición de Bodega Sottano, en plena Primera Zona vitivinícola de Luján. La operación, en torno a los u$s 9 millones, le permitió, despues de algunos años de producir uva en Valle de Uco para elaborarla con terceros, poner un pie en el segmento premium de exportación.

Al parecer ambas operaciones prácticamente se empalmaron, dado que una vez concretada la compra de Sottano las principales espadas de Vicentín ya habían iniciado conversaciones con Cartellone, con el objetivo de poner un pie en el mercado masivo y fortalecerse en el del jugo de uva. "Estamos evaluando distintas alternativas y trabajando para poder cumplir los compromisos adquiridos, somos una empresa familiar que ha crecido y generado oportunidades a partir del apoyo de sus trabajadores, proveedores y de las entidades financieras que en distintas etapas han acompañado y apoyado a la empresa", amplió la compañía.

Fuente: sitio andino