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En noviembre de 2021 hubo un crecimiento en la cantidad de puestos de trabajo en el sector privado. La provincia aún no recupera los niveles de empleo registrados en la prepandemia.

Aunque sí se observa una recuperación con respecto a los números de 2020, Mendoza todavía no logra alcanzar la misma cantidad de puestos de trabajo en el sector privado registrado que tenía antes de comenzar la pandemia. De hecho, encabeza las nueve provincias que aún están por debajo de los valores de hace dos años atrás, con un 3,4% menos de empleos privados en noviembre de 2021 en comparación febrero de 2020.

Los datos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad de la Nación, sobre la situación y evolución del trabajo registrado, muestran que Mendoza tenía, en noviembre de 2021, 232.034 personas empleadas en el sector privado formal. Esto implica que se sumaron unas 4.490 con respecto a los que había en el mismo mes de 2020 (227.544), pero que aún resta que se incorporen otros 8.238 para recuperar los valores de febrero de 2020 (240.272).

Con este 3,4% por debajo, en noviembre de 2021, con respecto a la cantidad de puestos de trabajo privado registrado en febrero de 2020, Mendoza se ubica en el primer puesto de las nueve provincias que todavía no recuperan los números prepandemia. Le siguen: Ciudad Autónoma de Buenos Aires (-2,8%), Neuquén (-2,8%), Jujuy (-1,8%), Salta (-1,7%), Chubut (-1,5%), Tucumán (-1,4%), Entre Ríos (-0,5%) y Santa Cruz (-0,4%). En cambio, otras tuvieron repuntes considerables, como Tierra del Fuego (6,2%), Catamarca (+6%), Formosa (5,7%) y Misiones (4,9%).

Entre los motivos de esta reactivación más lenta del mercado laboral privado registrado, los economistas mencionan la composición de la matriz productiva de la provincia, en la que el sector comercio, hotelería y gastronomía tiene un peso muy importante, y fue de los más castigados por la pandemia. Pero también, que se han producido otros cambios en las modalidades de trabajo, que tendrían efectos de mediano a largo plazo.

La economista y docente Carina Farah explicó que la falta de reacción de la economía mendocina para generar una mejora en el nivel de empleo tiene que ver con la estructura productiva. Es que, cuando se analizan los rubros que componen el Producto Bruto Interno, comercio, hoteles y restaurantes representan alrededor del 23 al 24%. Y este es el que ha sufrido un impacto importante en los últimos dos años. Por otra parte, planteó que, si bien la pandemia significó un cimbronazo muy fuerte, la provincia ya venía mostrando un descenso en la producción desde antes.

Sin embargo, también señaló que el sector comercio se ha visto afectado por un cambio de paradigma, asociado al e-commerce, que ha llevado a que muchas personas realicen sus compras por Internet y que los negocios necesiten menos empleados que antes.

Farah sumó que la provincia no tiene industrias que demanden mucha mano de obra, como sí sucede en otras, en donde la automotriz o la textil son importantes y cualquier recuperación en el consumo se traduce en generación de empleo. En cambio, en Mendoza, las industrias manufactureras tienen una muy baja representación en la matriz productiva y las ligadas al agro han ido incorporando tecnificación, por lo que no han incrementado la demanda de puestos de trabajo.

Asimismo, agregó que la provincia tampoco ha iniciado, en los últimos años, grandes obras públicas y se sabe que la construcción es uno de los principales dinamizadores de la economía y del empleo. Sin embargo, la inversión en este sentido se ha visto acotada, señaló, por la necesidad de destinar dinero para el pago de deudas.

José Vargas, titular de la consultora Evaluecon, expresó que el trabajo formal registrado no ha recuperado aún el nivel previo a la pandemia, porque la cuarentena tuvo un impacto muy negativo en el mercado laboral, sobre todo el formal; pero también por la composición de la matriz productiva. Y coincidió en señalar que el rubro comercio, restaurantes y hoteles representa cerca de un 25% del PBG y fue uno de los más golpeados por las restricciones.

El economista indicó que, cuando se miran los datos de cantidad de comercios y empresas que cerraron y se los compara con el número de aperturas, el neto lamentablemente todavía arroja resultados negativos y el sector laboral acompaña esta tendencia. Además, consideró que, por las segundas y terceras olas de Covid, es difícil que se termine de recuperar en el corto plazo, porque la situación sanitaria aún está afectando a la actividad, sobre todo en una provincia turística, en la que recién se empieza a reactivar este sector.

Vargas también mencionó que se han producido cambios en los mercados laborales formales y que Mendoza es una provincia que tiene un gran porcentaje de actividades que eran mano de obra dependientes, pero en 2020 la virtualidad ganó terreno y el escenario se ha ido modificando.

Con respecto al sector informal, planteó que representa casi el 55% de la economía y es el más dinámico y volátil. De hecho, fue el que tuvo una caída más brusca apenas comenzó la pandemia y el que se recuperó rápidamente a partir de setiembre de 2020. Pero esto cambió en marzo del año pasado y no se puede saber aún si los indicadores mejoraron o empeoraron en comparación con febrero de 2020.

El asesor del Ministerio de Economía y Energía de la provincia, Sebastián Laza, señaló que Mendoza se está recuperando y que lo que sucede es que hay algunas provincias, especialmente las que están muy enfocadas en la minería, los hidrocarburos y ciertas explotaciones agrícolas, que han tenido una recuperación más rápida del empleo porque ha habido un crecimiento coyuntural fuerte en esos sectores.

En cambio, detalló, Mendoza tiene una economía más diversificada y se asemeja a Córdoba o Santa Fe (que tuvieron una variación en la cantidad de empleos formales de 0,9% y 2,2%, respectivamente, entre febrero de 2020 y noviembre de 2021). Esta diversificación provoca que la recuperación sea más lenta.

Laza detalló que los programas Mendoza Activa, Enlace y Enlazados están generando mucho empleo, al igual que los programas de capacitación tecnológica, que ofrecen salidas laborales rápidas en sectores con una importante demanda de personal calificado. Y añadió que la temporada de verano ha sido de muy buena ocupación, cercana al 100%, y que esto seguramente se va a trasladar a las estadísticas del mercado laboral en los próximos informes.