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Ianina Tuñón, coordinadora del Barómetro de la deuda social de la UCA (Universidad Católica Argentina) señaló este lunes que Mendoza es una de las provincias de Argentina donde hay una mayor cantidad de niños pobres.

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Mendoza está en el top cuatro de las ciudades que más infancias vulnerables concentra pero de ellas, "en términos relativos está mejor" que el resto, señaló en diálogo con Radio Nihuil.

Tunón explicó qué variables mide este informe y las situaciones que viven estos niños en el país.

Según la UCA con datos del Barómetro de la deuda social creció la pobreza infantil. Hay 4.7 millones de chicos pobres y 7.5 millones de niños adolescentes en la misma situación".

"En términos de ingresos, tenemos un 50% de la infancia entre 3 y 7 años en hogares por debajo de la línea de pobreza. También tenemos alrededor de 6 de cada 10 niños que están privados del ejercicio del derecho en seis dimensiones muy importantes como por ejemplo, son saneamiento, vivienda, educación y salud", amplió su concepto.

"Cuando observamos las dos situaciones, la pobreza económica y la pobreza en términos de privación de derechos, tenemos un 40% de niños doblemente pobres", explicó.

"Son seis dimensiones que consideramos. En el caso de la vivienda se considera a los niños que viven en condiciones de hacinamiento crítico, es decir que en promedio viven cuatro o cinco personas por habitación. En saneamiento se consideran chicos que viven en hogares que no acceden al agua corriente ni a un inodoro con descarga", agregó.

"En salud son chicos que en el último año no fueron a una consulta médica o que no tienen las vacunas correspondientes a su edad y en educación son quienes no van a la escuela o que tienen educación de muy baja calidad", exteriorizó.

Luego añadió: "También consideramos la dimensión de la información en niños que no acceden a ninguna tecnología de la comunicación".

"En alimentación hay niños que tienen dificultades para acceder en términos de calidad y cantidad a los nutrientes necesarios, que no están  siendo atendidos de modo directo por comedores escolares y comunitarios.

Por último, dejó una frase preocupante: "La dimensión de la alimentación experimentó una evolución más regresiva en el 2017 y 2018″.

Fuente: Diario Uno