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Luego de practicarles los estudios de ADN se confirmó que los cadáveres hallados en Rodeo del Medio pertenecen a hermanos Álvarez, quienes llevaban 20 días desaparecidos. Tenían lesiones en el rostro.

El hallazgo de dos cadáveres la tarde del domingo en Rodeo del Medio, Maipú, puso en vilo a la provincia, ya que en esa zona eran buscados desde hacía 20 días los hermanos Kevin y Franco Álvarez.

Este lunes, el Laboratorio de Genética del Cuerpo Médico Forense (CMF) confirmó que los cuerpos pertenecen a los jóvenes, de 18 y 28 años.

La causa, que lidera la fiscal de Homicidios Andrea Lazo, apunta a que los hermanos fueron asesinados y se manejan diferentes hipótesis sobre el motivo por el cual fueron blanco de un ataque letal.

Entre las mismas, la que tiene mayor fuerza sostiene que Franco mantenía diferencias con personajes de ese sector maipucino, por tema de drogas, surge de la investigación.

Esto se estableció a partir de declaraciones que dieron cuenta de que el joven tenía problemas de adicción y de mensajes con amenazas que fueron hallados en su celular, el cual había dejado en su casa antes de su desaparición.

En tanto, la representante del Ministerio Público aguarda por el adelanto de la necropsia para establecer la causa de muerte de los hermanos, aunque fuentes adelantaron que los cadáveres presentaban a simple vista lesiones en el rostro.

Los detectives del caso también aguardan el informe de los trabajos que realizó la Policía Científica en la laguna donde se encontraban los cuerpos, a través de los cuales esperan obtener alguna prueba que conduzca a los autores o para poder deducir cómo fueron descartados en ese lugar.

Lo cierto es que, hasta el mediodía de este lunes, el expediente se mantenía sin detenidos ni sospechosos con pedido de captura, aunque ya barajan algunos nombres de personas a las que frecuentaba el mayor de los hermanos.

Hallazgo

Fue minutos después de las 17 cuando una mujer se comunicó con la línea de emergencias 911 para dar aviso sobre un cuerpo que había divisado en el interior de un desagüe conocido como la laguna del Viborón, cerca de calles Los Pinos y Sadec, en el norte del citado distrito maipucino.

Justamente, a unos 800 metros de esa zona, días atrás se habían realizado diversos rastrillajes para dar con Kevin y Franco Álvarez, los hermanos oriundos de la localidad de Colonia Bombal que habían desaparecido.

Incluso, fue también otra vecina quien había hallado en ese sector el DNI y el celular roto de uno de ellos, que habían descartado sobre leña que estaba en el interior de una finca.

Por esos motivos, las autoridades fueron alertadas ante la posibilidad de que se tratara de los dos jóvenes.

Los primeros policías que arribaron al lugar, constataron que se trataba de dos cadáveres de varones: uno con zapatillas negras, remera oscura de mangas largas y el otro con zapatillas y pantalón de jean.

Tras ampliar la información, se desplazaron hasta la escena la fiscal de Homicidios Claudia Ríos, que se encontraba de turno, junto a su equipo de trabajo y la Policía Científica.

En el lugar también trabajaron bomberos del Cuartel Central, que estuvieron a cargo de la extracción de los cuerpos del agua. Esas tareas finalizaron alrededor de las 20.30 y fue el turno de los peritos de analizar los cadáveres.

Los restos estaban en un avanzado estado de descomposición, lo que coincidía con la cantidad de días que llevaban sin ser vistos los hermanos. Pese a eso, los rostros eran similares a los hermanos y presentaban algunas lesiones, revelaron las fuentes consultadas.

En medio de una gélida jornada, los trabajos en el lugar se extendieron hasta cerca de las 22, cuando los cadáveres fueron trasladados al CMF, para su posterior análisis.

Desaparecidos

Kevin y Franco fueron vistos por última vez por sus familiares la tarde del lunes 7 de junio, cuando salieron de su domicilio junto a su madre para tomar un colectivo.

La mujer descendió en el centro de Rodeo del Medio, mientras que los hermanos continuaron su camino hasta Los Corralitos, en Guaymallén, donde debían cobrar un trabajo de albañilería que habían realizado días atrás.

Allí estuvieron algunas horas esperando a que les pagaran. Incluso, a las 21.30 le escribieron a su madre que iban a ir tarde a cenar porque todavía no les entregaban el dinero.

Minutos después, a las 21.47, Kevin registró su última conexión a la aplicación de mensajería WhatsApp y sus parientes no supieron nada más sobre ellos.

Ante eso, al día siguiente la madre radicó la denuncia de paradero en la Oficina Fiscal Nº 16 de la Comisaría 49ª y a partir de allí se inició la búsqueda que terminó este lunes.

Fuente: Diario El Sol