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En comparación con el año anterior, las ventas minoristas en nuestra provincia cayeron 11% en los primeros seis meses del año. Estos datos se basan en los resultados del informe publicado por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE). 

Según los datos obtenidos en el estudio realizado por la DEIE, el sector que menos ventas logró fue el de “electrónica y electrodomésticos”. Los negocios que ofrecen este tipo de productos facturaron 5% más que el año pasado, pero no lograron superar el efecto de la inflación de un 56% entre el primer semestre del 2018 y los primeros seis meses de este año, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Las ventas contrarrestaron un 32%

Otro de los productos en baja fueron los juguetes, las ventas disminuyeron un 24%. Los números negativos se repitieron en indumentaria (-10%), librerías (-9%), patios de comida, alimentos, bebidas y kioscos (-8%), ropa deportiva y accesorios deportivos (-6%), perfumería, farmacia, óptica y fotografía (-2%), esparcimiento (-0,5%) y en el rubro “otros” (-6%), siempre analizando la variación interanual del primer semestre de 2019 y considerando el efecto de la inflación

Con la existencia de tasas tan elevadas, superiores incluso a las expectativas inflacionarias, los ahorristas volcaron su dinero en plazos fijos y otras formas de inversión financiera, en vez de gastar en el comercio. Tal fue el efecto negativo de las altas tasas de interés, que hasta los programas de “Ahora 12” y “Ahora 18” dejaron de manejarse con 0%.

Marcelo Marra, comerciante mendocino hizo referencia a ese problema cuando se flexibilizaron los programas del Gobierno Nacional, se sintió un alivio en el volumen de ventas y en el movimiento general del sector. “Lamentablemente, la situación volvió a empeorar después de las elecciones de agosto”, comentó.

“La pérdida de poder adquisitivo de los salarios ha sido significativa en los últimos meses y ha afectado principalmente al consumo de aquellos productos que no son de primera necesidad”. Por eso, “se va una retracción más pronunciada en la comercialización de electrodomésticos”, explicó el economista Pablo Salvador.