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Una de las melodías más pedidas en bares de Moscú y San Petesburgo no fue la versión oficial de Jason Derulo, Colors; ni la versión de N Jam y W Smith Live it up. No están ni por asomo entre las que han invadido al público mundialista. Llamativo es que venga del bajo fondo, de los excluidos argentinos, el que sea la cortina de los cocktails y la movida noctura de los "drug" como se les refiere a los amigos soviéticos.

Será la magia de un teclado bonaerense con olor a cartón humedecido por la lluvia. Como dijo Lalo Mir, en el programa Encuentro en el Estudio, "Creció en un rancho, entre humo, cumbia y borrachos", al referirse a Pablo Lescano, vocalista y líder del conjunto Damas Gratis. Junto a una desconocida que hoy tiene nombre y apellido, Viru Kumbieron, dieron forma al tema original del mexicano El Bebeto, No te creas tan importante.

El programa Sin Codificar, emitido en uno de los canales de TV de Argentina, trajo a Pablo y su teclado a enamorar a las rusas con sus melodías. La apatía del público con el no convencional cantautor villero no demoró ni treinta segundos en darse vuelta y convertir los adoquines del histórico espacio social ruso, la Plaza Roja, en una pista similar a cualquier bailanta argentina. "No te creas tan importante" se oye a las damás y a los caballeros, en un argentino mixturado cantar, mientras caminan a sus labores, viajan en el metro o caminan hacia los estadios en busca de un partido mundialista.

En youtube ha ganado 21 millones de visitas en menos de 15 días y sigue la cuenta en aumento hasta superar dentro de poco las 65 millones de reproducciones. En los partidos es cortina de la previa e incluso era en los duelos argentinos, luego de cada gol, la cortina de diez segundos con la versión de pablito y viru. Se fueron los jugadores ante la salida de octavos de finales, pero música es cultura, y el pueblo ruso cree que el tema argentino de Pablo Lescano es el más importante. Será cosa que él, el villerito, según algunos armatostes de Palermo Hollywood, se crea el más importante.

Por Rolo Moreno.-