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Comprar un vehículo por lo general significa una inversión de dinero importante. Existen distintas razones por las que una persona pretende cambiar de automóvil, es muy importante tener en cuenta para qué se va a utilizar el mismo, pensando que logre satisfacer las necesidades actuales o futuras. Entre ellas, por ejemplo, puede estar la necesidad de buscar más espacio para la familia, un vehículo que sirva para trabajar, o simplemente tener la intención de manejar un vehículo más moderno.

Sea cual sea la razón por la que se vaya a cambiar el modelo de automóvil, aquí van algunos aspectos a tener en cuenta para no llevarse sorpresas después de realizar la compra.

  • Mirar el automóvil en persona: nunca hay que conformarse con las fotografías que ven por internet. Siempre hay que revisar el vehículo personalmente.
  • Ver el vehículo de día: es muy importante inspeccionar en ese momento el automóvil. Ya que ésta puede resaltar algunos aspectos que no pueden apreciarse fácilmente durante la noche. Detalles tales como rayones en la pintura, ondulaciones, abollones, pintura desgastada y roturas en la plancha o tapizados.
  • Hacer revisar el auto por un mecánico de confianza: la mayoría de las personas no tienen conocimiento de mecánica, por esto es necesario revisar el vehículo con un mecánico que nos pueda advertir sobre algún problema que contenga el mismo.
  • Revisar los calcos en la chapa donde se aloja el motor: luego de un choque en la parte delantera del vehículo, el chapista arregla y repinta la trompa. Al realizar esta acción suelen perderse algunas calcomanías que vienen de fábrica en la parte frontal del vehículo donde se alojan los faros.

Parte delantera con calcomanías de fábrica

Si un vendedor nos dicen que el automóvil tiene menos de 100.000 km: inmediatamente hay que revisar minuciosamente el desgaste de la pedalera (pedal de embrague, freno y acelerador), de la palanca de cambios y mirar con atención el desgaste del volante. Estas partes suelen desgastarse naturalmente con el correr de los kilómetros, y por el excesivo contacto que tiene el conductor con ellas. Si el vendedor afirma que el vehículo tiene menos de 100.000 km y cuenta con estos desgastes, es probable que el kilometraje haya sido adulterado

Aro de volante desgastado

                                    Pomo de palanca de cambios desgastada

Pedal de embrague desgastado

  • Probar el auto: es indispensable manejar el vehículo que se está por adquirir para verificar posibles ruidos, el frenado, cuando se dobla y el andar. También si se está conforme con las sensaciones de manejo al conducir el auto.
  • Si existen dudas, no comprar el vehículo aunque el vendedor insista: muchos vendedores suelen tornarse insistentes cuando ven que una persona está interesada en el auto que le están mostrando. Llegado al caso de no estar completamente convencido, es mejor no comprarlo y seguir recorriendo para ver otras opciones.
  • Mirar la carrocería con mucha atención: esto sirve para verificar si hay ondulaciones, pozos o superficies irregulares que nos demuestren que el vehículo tuvo un posible siniestro y fue repintado.
  • Comparar el precio del auto en internet u otras agencias: hay que hacerlo con modelos iguales al que se está por comprar, para que de esta forma, tomar conocimiento sobre el precio aproximado del vehículo en el mercado y no comprarlo por un valor muy superior del real.
  • No creer todo lo que nos cuenta el vendedor: en ocasiones, la persona que nos quiere vender el auto, suele hacer foco especialmente en los aspectos positivos del mismo, dejando de lado los aspectos negativos que éste puede llegar a tener.
  • Mirar algún video en internet para ver si el vehículo que se está por comprar coincide con nuestras necesidades actuales y a futuro: basta con buscar el modelo aproximado en internet, por ejemplo “Ford Focus II Test” para que nos aparezcan videos en los que se le realizan distintos tipos de pruebas al auto y así conocer más detalles.

Si se está buscando cambiar el modelo de vehículo, estos tips pueden servir para ahorrarse dolores de cabeza después de la compra, pero por sobre toda las cosas, para tener la satisfacción de haber elegido el automóvil ideal y disfrutarlo a pleno. ¡Buena suerte!

Por Pablo Raffo